Sobre el uso del avión presidencial: aclaraciones necesarias

Dadas las críticas que surgen una y otra vez sobre este tema y otros similares (utilización de la familia de la presidente del transporte y cuidados presidenciales), aportamos esta clara explicación.

Tango

Hago mías las explicaciones que me brindó un amigo abogado para todos aquellos que creen que oposición significa hablar, quejarse y protestar aunque no se sepa de que se está hablando.

El Presidente de la Nación y sus familiares se encuentran al cuidado del Estado Nacional.

Existe una intrincada estructura, que va desde las fuerzas de seguridad, hasta los servicios de inteligencia, que funcionan sobre la base de proteger la integridad presidencial y la de su entorno inmediato puesto que –se presupone– cualquier situación privada puede afectar el normal ejercicio del poder. En este contexto, médicos y custodias, no se juegan la cabeza suponiendo que alguna dolencia es intrascendente.

Que el Estado Nacional falte a este deber por negligencia o impericia, además del consabido escándalo político, traería responsabilidades administrativas, penales y eventualmente una responsabilidad civil del mismo Estado. Si esos deberes son descuidados en forma deliberada, hablamos directamente de Traición.

Así de sencillo es.

En el caso de Máximo Kirchner, sus dolencias necesitaban un diagnóstico rápido y preciso de acuerdo al cuadro que presentaba. Por otra parte, la Presidente tenía compromisos para este mes que requieren su desplazamiento fuera del país. No ha sido descabellado que, al menos mientras se hiciesen los diagnósticos, la Presidenta permaneciera cerca de su hijo, estando ambos en Bs. As.

¿Qué hubiera pasado si hubiese tenido que viajar a Río Gallegos cada vez que quisiera enterarse de su evolución o aunque sea visitarlo a la hora del almuerzo?

Como dice mi amigo algunos viven de sus glándulas y otros, con poder, las estimulan o inhiben conforme les convenga a sus intereses, generalmente intereses de carácter desestabilizador, léase algunos medios de comunicación, algunos «comunicadores» y algunos políticos gerentes de dichos medios.

Del blog Pepefree, por Juan José cantero

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