Estamos presenciando la preparación de los movimientos que llevarán a cabo miles de asesinatos.
Dicen que es «en nombre» de las palabras más lindas que quieras buscar: la paz, la seguridad, la libertad, la tranquilidad…
Pero claro, es en nombre del poder y del dinero.
Esta preparación, cuando es en las películas que hace esta gente, se realiza de otro modo: te muestran la parte feliz, la parte humana. Te muestran cómo los niños juegan, las madres los protegen, los hombres aman a esas madres, te muestran cómo almuerzan, cenan, desayunan, festejan, ríen, juegan todos juntos.
Luego viene la muerte o las muertes y la película busca el significado.
Pero en estos casos se trata de historias de personas que ellos quieren mostrar para conmoverte. Gente con la cual identificarse. Si te identificás, te gustará la película. Y las películas, allí, se hacen para ganar dinero.
No es lo mismo que preparar una invasión.
En un caso así, la rutina es militar. Están muy acostumbrados. No pueden mostrarte las vidas -que no serán muy diferentes- de los miles que van a matar; no pueden porque es estratégico, pero la verdad es que en este caso no le conviene al negocio.
Siria… que Dios los ayude, porque nosotros podemos decir muchas cosas, podemos escribir, gritar, llevar banderas, reunirnos, protestar, hacer carteles… pero si ellos están decididos, allá irán con sus bombas y sus aviones. A matar